NOTA DE PRENSA


18 de mayo de 2001
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Los tribunales emiten fallos contra semanarios y contra la familia Asaki
en los juicios por difamación de Higashi Murayama

TOKIO: En veredictos separados realizados esta semana, dos tribunales japoneses determinaron que las partes que acusan a la organización budista Soka Gakkai de tener algún grado de responsabilidad por la muerte de la concejala de Higashi Murayama, Akiyo Asaki, ocurrida en 1995, son responsables de difamación. Las últimas decisiones claramente reivindican a la Soka Gakkai, pues ambas cortes coinciden en encontrar falsa y deliberadamente injuriosas las acusaciones dirigidas al grupo budista.

El 15 de mayo, el Tribunal Superior de Tokio dictaminó que Daito Asaki y Naoko Asaki, esposo e hija de la fallecida concejala, habían difamado intencionadamente a la Soka Gakkai. Los Asaki acusaron a la Soka Gakkai de complicidad en la caída fatal de la señora Asaki, en un artículo de la edición del 23 de septiembre de 1995 del Shukan Gendai, semanario sensacionalista publicado por Kodansha. En octubre de 1995, la Soka Gakkai inició juicio contra el semanario por el mencionado artículo.

En julio de 1999, el Tribunal del Distrito de Tokio halló responsables de difamación al ex editor del Shukan Gendai, Masahiko Motoki y a Kodansha. La última decisión, que queda firme después de que los demandados apelaron el veredicto del tribunal menor, encuentra esta vez a Daito y a Naoko Asaki responsables por sus declaraciones y les condena aportar una parte de la compensación monetaria establecida por daños y perjuicios.

El 18 de mayo, el Tribunal del Distrito de Tokio, a su vez, también encontró responsables de difamación a la editorial Shinchosha y al editor de su semanario Shukan Shincho. La Soka Gakkai demandó a ambos en septiembre de 1997 por dos artículos que presentaban las mismas acusaciones que el Shukan Gendai.

A cada uno de los semanarios se le impuso el pago de dos millones de yenes (aproximadamente US$18.000) en concepto de daños y perjuicios. En su recapitulación de los hechos, el juez del Tribunal del Distrito de Tokio, Yoichi Kikuchi, censuró abiertamente al Shukan Shincho y sostuvo que “no hay evidencia de que [su] artículo sea veraz” y que este “fomentó la idea de que la muerte de la concejala no fue un suicidio sino un crimen, en el que la Soka Gakkai estuvo involucrada”.

La señora Asaki, abiertamente contraria a la Soka Gakkai, murió a causa de las heridas que le produjo su caída desde un edificio situado en el suburbio de Higashi Murayama de Tokio, el 1º de septiembre de 1995. Dos investigaciones oficiales –una conducida por el Departamento de la Policía Metropolitana de Tokio y el otro, por la Fiscalía del Distrito de Tokio– han concluido desde entonces que la muerte de la señora Asaki fue un suicido, y que no hay evidencia de crimen alguno.

Poco después de la muerte de Akiyo Asaki, se publicaron artículos en el Shukan Gendai y en el Shukan Shincho, basadas únicamente en entrevistas concedidas por Daito y Naoko Asaki. En su dictamen, el juez del Tribunal Superior, Hideichi Yazaki, consignó que la historia relatada por los Asaki era falsa y surgía del deseo de venganza; destacó al respecto que “ellos estaban perfectamente conscientes de que [sus comentarios] serían empleados […] para difamar a la Soka Gakkai”.

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